Saturday, June 18, 2016

La Impuntualidad como muestra de Subdesarrollo

Esta corta entrada tiene que ver con esa nociva y nefasta característica mayoritariamente latina de llegar tarde a todo y como ésta es una evidencia directa del subdesarrollo de nuestra sociedad.

No es un secreto que en Colombia la puntualidad es poco importante para muchos, tanto así que a la mayoría de personas ya les parece normal llegar tarde (o no llegar) a las citas, clases, reuniones, encuentros y en general a todo. Hace poco leía sobre este tema y algunos de los escritos hablaban de una tendencia a la que se ha llegado en muchos países latinos que muestra que la mayoría de los impuntuales lo hacen ya de manera involuntaria.

Básicamente, esto se debe a que el contexto y presión social condicionan la percepción de puntualidad de las personas, ya que algunas culturas (como la nuestra) no valoran realmente el sentido de la puntualidad. Estar inmerso en condiciones y comportamientos sociales que no juzguen de manera importante el llegar tarde (o no llegar) hacen que de manera progresiva las personas desarrollen inconsistencias e imprecisiones para el manejo de su tiempo convirtiéndose paulatinamente en personas impuntuales incluso si éstas son personas que se consideren responsables.

Lo que se tiene entonces es que nuestra sociedad está plagada de “personas con un sesgo cognitivo, que hacen juicios ilusorios, incorrectos, del tiempo y de sus recursos”, es decir, personas que sin importar las condiciones del encuentro o cita mostrarán una tendencia a llegar tarde ya que no hacen consideraciones correctas y cálculos sensatos del tiempo que necesitan para llegar a tiempo, ya que saben de manera inconsciente que no serán sancionados significativamente si llegan tarde y esperan involuntariamente que los demás tampoco lleguen a tiempo o incluso que no lleguen.



¿Pero qué tiene de malo? Aparte de que llegar tarde a una cita o reunión es una falta de respeto para las quienes esperan, y de que es una forma de decirle a los demás que su tiempo no es valioso, llegar tarde o no llegar es una muestra directa del subdesarrollo de una nación, la razón principal es que estos comportamientos son el punto de partida para vulnerar, afectar y retrasar proyectos y actividades de mayor peso en el contexto del desarrollo de una sociedad o comunidad como una obra pública, una construcción, una actividad social, un proceso de preparación o un proyecto de investigación, ya que le tendencia a ser impuntuales no se limita solo a reuniones informales o citas personales sino que también sucede en reuniones de carácter formal y profesional.

Por ejemplo, el inicio de la construcción de una carretera no dará inicio hasta que todas las reuniones y citaciones de planeación se lleven a cabo, lo que está sujeto directamente a la puntualidad y eficiencia de todas las personas involucradas, si la construcción no se inicia a tiempo, seguramente tampoco iniciará bien ya que el manejo de recursos, logística y mano de obra está sujeto a los tiempos, y desde un marco más general, la obra será mediocre y mal hecha, lo cual es una característica del subdesarrollo.

De esta manera funcionan casi todos los proyectos, razón por la cual en Colombia nunca se logra terminar a tiempo una obra o hacer de manera eficiente algún proyecto que involucre (de manera directa o indirecta) la puntualidad de las personas, bueno, eso sin mencionar temas como la corrupción o mal manejo de recursos que no tienen que ver con el tema de esta entrada al blog.

No estoy diciendo que la impuntualidad sea la causa fundamental del subdesarrollo, pero sí que es una muestra clara de las consecuencias del subdesarrollo contra la que se debe luchar para buscar el avance en nuestra sociedad. Darle poco peso y valor al tiempo no es aceptable en una sociedad en desarrollo, y de hecho es totalmente reprochable, ya que la puntualidad debería ser el punto de partida para buscar un progreso y una evolución positiva en todos los aspectos de la sociedad que busque crecer de manera responsable.

Por eso es importante que todos cambien estas costumbres para bien. Si usted quiere avanzar y quiere que la sociedad en la que vive también lo haga, empiece a llegar temprano, aléjese de esa costumbre estúpida de llegar tarde a todo porque solo será una pieza más de ese subdesarrollo que nos hace quedar tan mal en todo el mundo. Si usted no es capaz de superar ese contexto social que condiciona su percepción del tiempo y el valor del mismo, usted será personal y profesionalmente una muestra clara del subdesarrollo de su país.

Debe aprender a estimar tiempo para imprevistos o retrasos inesperados, y planear llegar 10 o 15 minutos antes a cada cita o reunión, notará un cambio importante en la organización de su tiempo y se convertirá en una persona más confiable para los demás, además hará que se evite disgustos innecesarios de quienes lo esperan. Cualquier persona puede ser puntual, y eso no requiere ningún talento, pero puede ser una llave de entrada a lugares a los que muchos no llegan por su falta de compromiso con ese sentido de responsabilidad tan menospreciado en nuestro país.

Tome el ejemplo de las personas que hacen parte del avance de países desarrollados, notará que, además de otras razones, muchos de sus grandes avances se deben al compromiso y responsabilidad de las personas partiendo de la puntualidad que tanto respetan. Allá no se detienen a esperar a que los demás lleguen, allá las cosas se hacen y se hacen a tiempo. La puntualidad los caracteriza y es por esto que siguen avanzando a una mayor velocidad que la nuestra.

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